El conocimiento es uno de los aspectos más importantes de la vida
humana.
En la antigüedad, por ejemplo, conocer los procesos o técnicas para la
supervivencia era indispensable, y se transmitían de una generación a otra; en
la actualidad el conocimiento es incluso motivo de intercambio mercantil.
Por tanto el conocimiento es uno de los tesoros más grandes con los que
contamos.
La rama de la filosofía que se dedica al estudio del conocimiento y su
desarrollo a lo largo de la historia es la Epistemología.
Entonces, se enfoca en analizar y estudiar qué es conocimiento y cómo se
genera.
Si bien el conocimiento no es absoluto, y muchas veces es incluso falso
o impreciso, es parte del desarrollo intelectual y científico del ser humano.
Muchos de los estudios que se han realizado están basados en ideas que
-sin importar si son ciertas o falsas- impulsan el conocimiento; los
estudiosos de las diferentes disciplinas no solo se enfocan en su propia
ciencia, sino también el modo en el que se desarrolla el conocimiento de estas
disciplinas y como se relaciona con otros campos de la ciencia, del arte, de la
cultura, de la tecnología, o incluso de la religión.
La epistemología se plantea muchos problemas en ese sentido:
¿Cómo se genera el conocimiento? ¿Qué es el conocimiento?
¿Cuándo lo podemos considerarlo valido o no?
¿El significado de ciertos conceptos o ideas es el mismo en todos los
ámbitos del conocimiento?
¿Los medios para obtener el conocimiento son válidos?
¿Es el razonamiento, la memoria, la metodología utilizadas, son
suficientes y válidas para obtener un conocimiento?
¿Los modelos de laboratorio, de campo o clínicos son reflejo validos de
la realidad?
Con estos y otros puntos de la Epistemología en mente, es como los
filósofos y científicos desarrollan y hacen valido el conocimiento en sus
diferentes áreas y temas de estudio.
Fuentes:
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